Olegario fue un ateo al que conocí desde mi más temprana infancia, y cuyo nombre y risa eran sinónimos. No he visto en toda mi vida a alguien más jovial, dicharachero, amable, con esa sabiduría que tienen los campesinos, a pesar de no haber tenido muchos estudios, siempre pronto a ayudar, a hacer favores, a molestarse para que a otros les fuera mejor:" Olegario, se me rompió la "pique"; la junta de la olla no funciona,; tengo un salidero en la llave del lavabo; se me tupió el sanitario; présteme un poquito de alcohol pa' calentar la cocina; póngame un clavo aquí, arrégleme el sillón que se despegó...etc, un muy largo etcétera". Ni una sola vez puso mala cara, lo primero que entraba a nuestras casas era su risa amplia, de dientes fuertes y blancos, iluminando la probable timidez o verguenza que experimentábamos los que a él acudíamos, por molestarlo tanto. Un amigo, un vecino, un compañero, un hermano, todo eso fue...
Y sin embargo, era ateo. No hubo manera humana de que mis prédicas hicieran mella en su tozudez , se mantuvo imperturbable en sus posturas , por lo menos hasta que lo dejé de ver, hace más de de dos lustros ya. Un muy "sui generis" ateo. Por lo que sé, Olegario cumplía con casi todos los mandamientos: amaba a su prójimo como a sí mismo; cuidó de su madre, hasta que ésta falleciera cerca de los ochenta, con el mayor esmero; jamás se le conoció amante alguna, vivió sin hijos, al lado de su esposa, en un hogar limpio, en el que se respiraba bienestar, y que sepamos jamás robó,ni mató o cometió alguna otra abominable forma de pecado. Gustaba de fumar, todo el tiempo andaba con una pipa, tomaba debidas alcohólicas a discreción y no era muy comelón. Pecadillos de monta menor debe haber tenido, pero yo no se los conocí.
Analizando el mundo que nos rodea, considero que Olegario fue una especie de santo pagano, que se quedará sin reconocimiento alguno por su manía de decir que no creía en Dios, cuando todas sus acciones y modo de vida indicaban lo contrario. Cuánto, que nos decimos cristianos debiéramos aprender de este hombre humilde que jamás pretendió reconocimiento alguno pero dio pruebas más que irrefutables de la esencia divina que nos dio Nuestro Creador. En cierto momento en que analizaba todas estas cosas me sentí tan miserable, tan vacía y poco merecedora de la gracia y el perdón divinos, que me echéa llorar muy afligida. Y entonces, desde mi desconcierto, desde mi dolor sonaron claras las palabras de Mi Padre: "Tu dolor es muy grande, pero mayor es mi MISERICORDIA"
Y sin embargo, era ateo. No hubo manera humana de que mis prédicas hicieran mella en su tozudez , se mantuvo imperturbable en sus posturas , por lo menos hasta que lo dejé de ver, hace más de de dos lustros ya. Un muy "sui generis" ateo. Por lo que sé, Olegario cumplía con casi todos los mandamientos: amaba a su prójimo como a sí mismo; cuidó de su madre, hasta que ésta falleciera cerca de los ochenta, con el mayor esmero; jamás se le conoció amante alguna, vivió sin hijos, al lado de su esposa, en un hogar limpio, en el que se respiraba bienestar, y que sepamos jamás robó,ni mató o cometió alguna otra abominable forma de pecado. Gustaba de fumar, todo el tiempo andaba con una pipa, tomaba debidas alcohólicas a discreción y no era muy comelón. Pecadillos de monta menor debe haber tenido, pero yo no se los conocí.
Analizando el mundo que nos rodea, considero que Olegario fue una especie de santo pagano, que se quedará sin reconocimiento alguno por su manía de decir que no creía en Dios, cuando todas sus acciones y modo de vida indicaban lo contrario. Cuánto, que nos decimos cristianos debiéramos aprender de este hombre humilde que jamás pretendió reconocimiento alguno pero dio pruebas más que irrefutables de la esencia divina que nos dio Nuestro Creador. En cierto momento en que analizaba todas estas cosas me sentí tan miserable, tan vacía y poco merecedora de la gracia y el perdón divinos, que me echéa llorar muy afligida. Y entonces, desde mi desconcierto, desde mi dolor sonaron claras las palabras de Mi Padre: "Tu dolor es muy grande, pero mayor es mi MISERICORDIA"
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