Me apagaron, de golpe, como se apaga el Sol
cuando la tarde muere, o las estrellas, al final de
la noche, me apagaron, sin pizca de piedad, cruelmente...
Me apagaron como se apagan los clubes, después de la tormenta
de placeres; o las playas, al final del verano, la alegría tras la tristeza
casi igual como se apagan los hombres cuando el amor les falta
cuando las fuerzas zozobran, y abundan las nieves,y abundan los años,
como se apaga el enfermo, ante el previo aviso de una muerte segura.
Mas, qué digo? No me apagaron de golpe, sólo fui cediendo,un día tras otro,
cediendo el espacio a una piel cansada, a unos ojos sin brillo
a unas ganas sin ganas, a un mirar sin ver en medio de la nada
cediendo, cediendo, cediendo a la muerte de saberme inerme
descontenta, irritada, harta de mi misma, a mis brechas de tiempo
de mis luces de agua, de mis luces de viento, de mis luces de insomnio,
apenas vibrato, apenas esfinge, mortaja de nubes para un cielo de plomo,
tan pesado...tan ferozmente pesado...
Hasta que me apagaron del todo, sin aviso, un día sin noche, una noche
sin norte ,como se apaga la brújula que perdió el rumbo y descabeza un sueño...
Ah, libertad, libertad!! Bendita sea tu fuerza , bienvenida a mi noria...
al sueño esperado por varias centurias, apagada y libre; libre y apagada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario