Por Maritza Gómez Cruz.
Finalmente, se acabó Corazón Valiente. Los telespectadores que tuvimos el coraje de llegar al final, debiéramos tirar fuegos artificiales, hacer fiesta. Hoy estuve pensando que esta novela, lo primero malo que tiene es el título. Pudo haberse llamado "Los sobrevivientes" "Los resucitados" "Los inmortales" "Los ineptos", etc, etc.Me cansé de contar las veces que murieron y resucitaron sus multiplessssssssssss personajessssssssss; y cuando parecía que la capacidad de asombro no podría ser superada, zaz!!, ahí tenemos a la hija de la sicópata Fernanda Castillo, cuya dolencia proviene del hecho de haber perdido su único embarazo y la consecuente frustración que le provoca el haber quedado estéril, vivita, coleando, asesina, suicida y con un gato idéntico al de su progenitora (por cierto, muy pintoresca la conversación entre ella y su madre acerca del sexo de ambos mininos, en medio de una balacera descomunal). Imperdibles los momentos en que descuartiza al padre, causante de todos los desaguisados de la novela, con una sierra, le saca el corazón y se lo come asado...Patético. Pero, particularmente, lo que más impresión me causó fue la ineptitud de estas guardaespaldas: ni una sola vez pudieron librarse de los malos, se pasaron toda la novela secuestradas, amordazadas, violadas...,el pusilánime del Willy, a quien más caso le hacía el perro que la esposa, el Juan Marcos con su papel de tonto y su malísima actuación; los amores entre Camilo y la beata devenida en chica play boy, que en los momentos de mayor peligro sólo atinaba a hablar de sexo. El cuerpo de policía merece mención especial, su papel era como el de los Tres Chiflados, sin ton ni son. Por otra parte, Colombia era como el traspatio de Los Angeles. Los gánsteres se la pasaban viajando y secuestrando personas desde LA a Colombia con la mayor impunidad, y, para no aburrir, este capítulo final que merece el premio al peor guión de la historia y que entraña dos peligros: el primero, que casi nos mata de asombro y tedio ante tamaña cursilería teatral, traída por los pelos. El segundo, que algunos elementos del mismo anuncian agua, es decir, una segunda parte...Atiza!! Al menos la sugerencia quedo en el aire... Creo que debemos desfilar ante los estudios de Telemundo con pancartas: "NO A LA SEGUNDA PARTE DE CORAZON VALIENTE, POR FAVOR!!!!!!!!!.
Como dije en mi anterior comentario, depende de nosotros, que somos los que le damos "raiting" a tamaña barbarie. Si nos dejamos llevar por la curiosidad, nos endilgan otro anacondón de igual factura. Solavaya!!!! Yo, por lo menos, ni muerta me pienso disparar "La patrona", que vienen anunciando, con bombos y platillos, desde varias semanas atrás. Prefiero leerme El Capital, de C. Marx, antes que caer en esta nueva trampa del bussines televisivo, y otro tanto le recomiendo a mis compañeros de martirio.
Finalmente, se acabó Corazón Valiente. Los telespectadores que tuvimos el coraje de llegar al final, debiéramos tirar fuegos artificiales, hacer fiesta. Hoy estuve pensando que esta novela, lo primero malo que tiene es el título. Pudo haberse llamado "Los sobrevivientes" "Los resucitados" "Los inmortales" "Los ineptos", etc, etc.Me cansé de contar las veces que murieron y resucitaron sus multiplessssssssssss personajessssssssss; y cuando parecía que la capacidad de asombro no podría ser superada, zaz!!, ahí tenemos a la hija de la sicópata Fernanda Castillo, cuya dolencia proviene del hecho de haber perdido su único embarazo y la consecuente frustración que le provoca el haber quedado estéril, vivita, coleando, asesina, suicida y con un gato idéntico al de su progenitora (por cierto, muy pintoresca la conversación entre ella y su madre acerca del sexo de ambos mininos, en medio de una balacera descomunal). Imperdibles los momentos en que descuartiza al padre, causante de todos los desaguisados de la novela, con una sierra, le saca el corazón y se lo come asado...Patético. Pero, particularmente, lo que más impresión me causó fue la ineptitud de estas guardaespaldas: ni una sola vez pudieron librarse de los malos, se pasaron toda la novela secuestradas, amordazadas, violadas...,el pusilánime del Willy, a quien más caso le hacía el perro que la esposa, el Juan Marcos con su papel de tonto y su malísima actuación; los amores entre Camilo y la beata devenida en chica play boy, que en los momentos de mayor peligro sólo atinaba a hablar de sexo. El cuerpo de policía merece mención especial, su papel era como el de los Tres Chiflados, sin ton ni son. Por otra parte, Colombia era como el traspatio de Los Angeles. Los gánsteres se la pasaban viajando y secuestrando personas desde LA a Colombia con la mayor impunidad, y, para no aburrir, este capítulo final que merece el premio al peor guión de la historia y que entraña dos peligros: el primero, que casi nos mata de asombro y tedio ante tamaña cursilería teatral, traída por los pelos. El segundo, que algunos elementos del mismo anuncian agua, es decir, una segunda parte...Atiza!! Al menos la sugerencia quedo en el aire... Creo que debemos desfilar ante los estudios de Telemundo con pancartas: "NO A LA SEGUNDA PARTE DE CORAZON VALIENTE, POR FAVOR!!!!!!!!!.
Como dije en mi anterior comentario, depende de nosotros, que somos los que le damos "raiting" a tamaña barbarie. Si nos dejamos llevar por la curiosidad, nos endilgan otro anacondón de igual factura. Solavaya!!!! Yo, por lo menos, ni muerta me pienso disparar "La patrona", que vienen anunciando, con bombos y platillos, desde varias semanas atrás. Prefiero leerme El Capital, de C. Marx, antes que caer en esta nueva trampa del bussines televisivo, y otro tanto le recomiendo a mis compañeros de martirio.
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