STATUS QUO
AUTOR: MARITZA GÓMEZ CRUZ
Cada día alojo en el olvido
mis imprescindibles
desastres,
las miradas
que no quería perpetuar,
las voces , los sonidos
y las sonrisas
que pretendía desterrar;
todo lo que desprecio
y hago,
con plena inconsciencia
de la voluntad.
Condeno las reflexiones,
le retuerzo el cuello
al orgullo,
amordazo la lengua
y macero los momentos,
de dolor, de cólera,
míos a la fuerza,
tal y como si se hubiesen
grabado a hierro,
candente, como
en el lomo de las bestias.
Y cada día regresan
con su carga
de desconsuelo,
me ensordecen,
me enmudecen,
y llenan de lágrimas,
de alabastro
la voluntad despedazada,
me saturan de vacío,
de ambiguedad,
de desierto,
buscan, afanosas,
el resquicio sin resguardo de mi piel
para taladrarlo y poseerlo.
Así, cada vez comienza
una batalla nueva,
cada vez;
en ellas
no hay vencidos,
ni vencedores,
cualquier día de estos
ellos o yo, o ambos
terminaremos aniquilados.
sin posteridad,
sin gloria,
sin eternidad
sin fin ni principio.
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