Lo ha guardado en el reino de nunca jamás;
nadie lo leerá, ni estudiará o profundizará.
Este manifiesto es sólo de ella, y de su conciencia,
de sus días de tristeza, sus reservas y certezas.
Ella luchó, con todas sus neuronas, por lo que creyó
justo; abogó defendió, manifestó y supuso
que tendría la razón. Pero se enfrenté al hielo
de una mirada sin expresión, que desaprobaba,
al desamor más grande, a sus gestos que iban por ahí
divorciados de las quimeras que ella esperó,que
hablaban de resquemor, de impaciencia,de horror y deseos
de que mediara un océano de kilómetros entre
ellos. Por eso lloró, se estremeció e invocó
a la muerte, a esa criatura pelada que arranca los
corazones y los engulle con displicencia
Y no la oyó, no puede. Sólo el designio
escrito y guardado en el reino de nunca jamás
establece el lugar y la hora, las circunstancias.
Como peonza sin rumbo, reflexionéó se destruyó y rehizo,
-es el camino único en las estepas de la calma, de la paz, del raciocinio-.
Y ha despertado diferente, sin correspondencias lastimosas.
El amor no admite estructura alguna, componenda alguna,
barrote alguno. El amor es el más libre de los sentimientos
Vive, muere y renace cada día para que el amor, tu amor,
el amor más grande de ese reino sin copias falsas, crezca,
se robustezca, se haga inmortal ahí, en el dolor de la
renuncia, en el pesar del desacuerdo y la tibieza
de las nieves del olvido.
nadie lo leerá, ni estudiará o profundizará.
Este manifiesto es sólo de ella, y de su conciencia,
de sus días de tristeza, sus reservas y certezas.
Ella luchó, con todas sus neuronas, por lo que creyó
justo; abogó defendió, manifestó y supuso
que tendría la razón. Pero se enfrenté al hielo
de una mirada sin expresión, que desaprobaba,
al desamor más grande, a sus gestos que iban por ahí
divorciados de las quimeras que ella esperó,que
hablaban de resquemor, de impaciencia,de horror y deseos
de que mediara un océano de kilómetros entre
ellos. Por eso lloró, se estremeció e invocó
a la muerte, a esa criatura pelada que arranca los
corazones y los engulle con displicencia
Y no la oyó, no puede. Sólo el designio
escrito y guardado en el reino de nunca jamás
establece el lugar y la hora, las circunstancias.
Como peonza sin rumbo, reflexionéó se destruyó y rehizo,
-es el camino único en las estepas de la calma, de la paz, del raciocinio-.
Y ha despertado diferente, sin correspondencias lastimosas.
El amor no admite estructura alguna, componenda alguna,
barrote alguno. El amor es el más libre de los sentimientos
Vive, muere y renace cada día para que el amor, tu amor,
el amor más grande de ese reino sin copias falsas, crezca,
se robustezca, se haga inmortal ahí, en el dolor de la
renuncia, en el pesar del desacuerdo y la tibieza
de las nieves del olvido.