A la vera de las dudas
se desplazan los fantasmas,
el primer noviecito,
las maestras sin vida propia,
los líderes de entonces,
liderazgo de sonrisa perfecta
o de incipiente bozo,
los vejetes libidinosos
recorriéndote con sus miradas
apagadas
las piernas, el busto y todo
lo demás,
las aceras de tu calle
repletas de hoyos traicioneros,
los árboles que cubrían
los besos a hurtadillas
las manos que te exploraban
de arriba a abajo,
las conversaciones, las colas,
los "salpafueras"por un
quítate tú,
las galletas de sal, tostaditas,
deliciosas, escasas,
los melindres de las señoritas
delante de sus madres,
sus desenfrenos
si les quitaban la vista,
aquellas amistades que
tanto apreciabas
y que hoy se han vuelto
puros desconocidos,
la carretera de tierra
que luego fuera asfalto,
y las casitas todas
con sus tendidos de ropas...
Fantasmas tan sólo
que se pierden en lontananza,
quimeras de una historia
que se construyó día a día
y hoy son los recuerdos
preñados de nostalgia
de las cabezas canas
de sus protagonistas,
fantasmas de los instantes
que se han ido ha tiempo,
y solo se reviven peinando
lo pasado,
cuando escuchas la música que
solía acompañarles.
Por qué despertais esa angustia
terrible
en lo alto del pecho
y sus inmediaciones?
Vade retro, recuerdo,
atrás melancolía,
nuevas aplicaciones
ocupan nuestras mentes,
ya están expirados
todos los argumentos
que les daban sustento:
la última amiga, la
amiga del alma, la que
más querías,
quien tanto apreciabas
es sólo un rumor,
una efigie, un detalle
que sigue los pasos
a todos los fantasmas.
