Quasar es una colina vernácula
que remonta la garganta,
penetra en las honduras
y se expande en los entresijos
de la conciencia..
En Quasar conoció al argonauta,
ese que en las leyendas de la infancia
promovió el destierro de los momentos
más íntimos del subconsciente.
Es de Quasar la vivencia que le acompaña
siempre,
que le lleva al desierto, a las cruzadas
modernas o milenarias, heridas del inconsciente...
Entre Quasar y el cielo hay mogotes y nubes,
impedimentos y estrellas, sueños y planetas,
todo un arsenal de huellas y desorden,
cordones desabrochados de la Luna.Quasar
Los ojos veteados de sol, de neblina y sal
recorren, con impudicia de ciego, los dorados
picachos que levantan las olas, en su tránsito
por las arenas de nácar de Quasar.
El niño, llegado desde los umbrales de la
mitología, descendiente de las arenas
y heredero del embrujo sin igual de Quasar
sólo tiene un deseo: despertar en sus playas
y dormir para siempre entre sus brumas.